Cómo contrarrestar los efectos de los corticoides

Las glándulas suprarrenales producen corticoides de manera espontánea para ayudar a regular la secreción hormonal, equilibrar el agua y las sales en el organismo, actuar como antiinflamatorios, sintetizar la glucosa y distribuir las grasas. Estas son las funciones de los corticoides naturales.

Respecto a los corticoides sintéticos, estos se desarrollan en laboratorios siguiendo un patrón similar al de los naturales y se comercializan con nombres como metilprednisolona, prednisolona, dexametasona, entre otros.

Sin embargo, su administración no debe indicarse por periodos prolongados, ya que entre los efectos secundarios que pueden aparecer se encuentran los siguientes:

• Edema.
• Aumento de peso.
• Acné.
• Insomnio.
• Cicatrización lenta.
• Alteraciones cutáneas.
• Diabetes.
• Presión arterial alta.
• Trastornos estomacales.
• Infecciones, entre otros.

Todo esto se debe a que, cuando las dosis administradas son altas, pueden alterar el equilibrio normal de hormonas y sales o afectar la producción de insulina en el cuerpo, lo que provoca estos efectos secundarios. Por esta razón, los médicos prescriben dosis bajas, por periodos breves y monitorean al paciente.

Si el tratamiento es por un tiempo largo, aun si las dosis son bajas, pueden aparecer afecciones en la piel, ya que estos fármacos inhiben la producción de las células encargadas de producir colágeno, por lo que pueden aparecer estrías en el abdomen, los senos, los muslos y los brazos, además de dermatitis, acné, vellos en las orejas, fragilidad en la piel, equimosis, lentitud en los procesos de cicatrización, entre otros.

¿Qué hacer?

Es necesario mantener la piel hidratada y prevenir la resequedad, por lo que se recomienda el uso de productos que contengan ácido hialurónico o ceramidas. Asimismo, se deben evitar aquellos productos agresivos como exfoliantes o jabones que irriten la piel. Es preferible comprar limpiadores sin fragancia. Se sugiere aplicar protector solar cada día.

Si la persona tiene estrías, puede usar productos que contengan retinoides para mejorar su aspecto, bajo supervisión médica. Los productos no comedogénicos también pueden prevenir que los poros se bloqueen y aparezca el acné. No obstante, el dermatólogo puede orientar en el proceso y recomendar otras opciones con láser o las que considere más adecuadas.

Las corticoides pueden llevar a que el cuerpo no expulse la sal de forma adecuada, produciendo retención de líquidos y aumento de peso. Además, pueden afectar los procesos metabólicos, por lo que la persona puede sentir más apetito y la grasa se puede acumular en áreas como el rostro, el cuello y el abdomen.

¿Qué hacer?

Es necesario llevar una alimentación saludable y balanceada, con porciones pequeñas de comida, priorizando las proteínas magras, limitando el consumo de sal y los azúcares o carbohidratos refinados. Es necesario realizar alguna actividad física, hidratarse bien y, si es posible, seguir las orientaciones de un nutricionista.

Cuando se administran corticoides, el paciente puede sufrir de pérdida de densidad ósea, fragilidad en los huesos y mayor riesgo de sufrir fractura. Además, la absorción de calcio es más lenta y se excreta más rápido, así que la persona podría llegar a sufrir de osteoporosis con el paso del tiempo.

¿Qué hacer?

Es posible que el médico le indique al paciente un suplemento de calcio, vitamina D, una dieta alta en nutrientes o que prescriba medicamentos como los bifosnatos, que previenen la pérdida de la masa ósea como Fosamax o Actonel; terapia hormonal con estrógenos o moduladores selectivos de receptores de estrógeno (SERM) que ayudan a conservar la densidad ósea.

Los corticoides pueden afectar la producción de insulina o crear resistencia a esta, por lo que la cantidad de glucosa en la sangre aumenta y la persona sufre mayor riesgo de padecer de diabetes, en especial si tiene antecedentes familiares.

¿Qué hacer?

Usualmente, este tipo de efecto secundario solo aparece cuando la persona padece ya de diabetes o tiene predisposición genética, y desaparece cuando se deja de administrar el corticoide. No obstante, el médico pudiese prescribir una dieta baja en azúcares y carbohidratos mientras el paciente sigue las indicaciones.

Los corticoides pueden afectar al equilibrio que existe en el organismo entre los minerales, las sales y el agua. Cuando hay retención de líquidos y el sodio, el calcio y el potasio no están en sus niveles óptimos, la persona puede sufrir de hipertensión. Cuando las dosis de corticoides son elevadas, es más probable que esto ocurra, en especial si el paciente mantiene el tratamiento a largo plazo.

¿Qué hacer?

La persona debe evitar añadir sal a los alimentos y, en su lugar, podría ser mejor usar ciertas especias. También, se recomienda evitar los enlatados o alimentos procesados. Consumir alimentos altos en potasio como las naranjas, los plátanos, los tomates, batatas y espinacas, realizar ejercicios o actividades físicas para mantener un buen peso, evitar fumar, no ingerir bebidas alcohólicas, monitorear la presión arterial y consultar al médico, pues, es probable que considere prescribir antihipertensivos.

Quienes están siguiendo un tratamiento con corticoides pueden llegar a notar que sufren más seguido de infecciones y ello se debe a que estos fármacos pueden debilitar el sistema inmune y el organismo queda vulnerable ante virus, hongos, parásitos y bacterias.

¿Qué hacer?

Llevar una buena higiene, lavando con frecuencia las manos; cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, evitar tocarse el rostro; procurar no tener contacto con personas enfermas y estar al día con la vacunación. Aprender a reconocer los síntomas también es útil para consultar al médico e iniciar un tratamiento lo más pronto posible con antibióticos o antivirales, dependiendo de la etiología de la infección.

Algunos problemas pueden ser gastritis, acidez, úlceras, sangrado gastrointestinal o reflujo, lo cual ocurre con más frecuencia si, además de los corticoides, también se ingieren otros fármacos no esteroideos, como el naproxeno o el ibuprofeno. Si el tratamiento con corticoides es muy largo, la persona puede llegar a desarrollar hígado graso.

¿Qué hacer?

Se recomienda tomar medicamentos como el esomeprazol, omeprazol y otros parecidos que cubran el revestimiento del estómago. Se debe evitar el consumo de bebidas irritantes como el alcohol, el café, los cítricos o alimentos picantes; mantenerse todo el día bien hidratado es fundamental.

Algunas personas pueden llegar a tener mayor presión intraocular, cataratas o un riesgo más alto de padecer glaucoma. Además, es posible que el paciente sienta que no puede ver con facilidad o que tiene la visión borrosa o que padecen de infecciones oculares más seguidas.

¿Qué hacer?

Se debe tener una buena higiene ocular, limpiando los párpados y ojos con regularidad, no tocar el rostro con las manos sucias, secarse la cara con toallas limpias, proteger los ojos del humo, el polvo u otros irritantes que estén en el ambiente. Asimismo, es bueno llevar gafas de sol para bloquear los rayos UV y seguir una dieta alta en nutrientes y antioxidantes.

Durante el tratamiento con los corticoides, el paciente podría sufrir de otros trastornos que le causen problemas para dormir, tales como insomnio, cambios en el humor, ansiedad, depresión o psicosis, cuando el tratamiento es muy largo o con dosis elevadas.

¿Qué hacer?

Se recomienda tomar corticoides en la mañana para que el efecto sea menor en la noche y afecte menos la calidad del sueño. También se sugiere seguir una rutina de sueño, incluso los fines de semana. El dormitorio debería estar oscuro, tranquilo y con buena temperatura.

Antes de ir a dormir se aconseja tomar un baño tibio, leer, practicar técnicas de relajación o escuchar música relajante. Si el problema es severo, el médico podría considerar la prescripción de algún fármaco para dormir.

El uso de corticoides también puede llevar a un aumento del colesterol y triglicéridos, incrementando el riesgo de padecer afecciones cardiovasculares, ya que el metabolismo cambia, así como la distribución de las grasas en el organismo, por lo que quizá el médico autorice la práctica de exámenes de laboratorio para verificar que todo está en equilibrio.

¿Qué hacer?

Se debe llevar una alimentación equilibrada, limitando el consumo de alimentos altos en grasas trans y saturadas, como los productos lácteos, carnes grasas, productos horneados comerciales, alimentos fritos y otros, optando por una dieta rica en grasas insaturadas, que incluye aguacates, aceite de oliva, sardinas, caballa y salmón, entre otros. Si un estilo de vida saludable no es suficiente, el médico podría prescribir fibratos, estatinas o fármacos inhibidores de la absorción de colesterol.

Una vez analizados los efectos de los corticoides y cómo contrarrestarlos, es necesario tener presente que estos fármacos solo se deben ingerir cuando el experto de la salud lo recomienda, además de llevar un seguimiento para comprobar que todo está bien o, en caso contrario, introducir cambios en la dosificación.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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